INDICE
Prólogo a la 3a edición 9
I. Introducción 13
II. Objetivos del trabajo 19
III. Ideas rectoras 23
IV. Método de trabajo 27
V. Entrevistas a mexicanos: 35
1. La religión católica. Canónigo 36
2. La ciencia 48
a. Punto de vista psicoanalítico masculino 48
b. Punto de vista psicoanalítico femenino 74
c. Punto de vista del sexólogo 85
3. Grupos contestatarios: 98
a. El feminismo 98
b. Homosexual masculino 110
c. Lesbiana 135
4. La gente "común" 153
a. Punto de vista masculino 153
b. Punto de vista femenino 171
VI. Entrevistas a extranjeras, a modo de referencia: 187
1. La mujer de Sri-Lanka 187
2. La mujer de Paptta-Nueva Guinea 193
3. La mujer de Filipinas 206
4. La mujer de Ghana 212
5. La mujer de Santa Lucía 224
VII. Conclusiones generales 233
VIII. Apéndice 247
IX Bibliografia 275
"...Respecto de la homosexualidad, la concepción que manejo en lo personal, es la de considerarla como una preferencia sexual; una de las tres preferencias que existen: heterosexualidad, homosexualiad y bisexualidad. No se considera, siguiendo los lineamientos de la Asociación Psiquiátrica Americana, como una enfermedad, ni como un síntoma. Consideramos que requiere atención profesional solamente lo que se denomina homosexualidad egodistónica, es decir, aquélla que incomoda, molesta al individuo, pero más que para cambiar preferencias, para ayudarle a desarrollarse en un mundo y una sociedad que son básicamente homofóbicos, como son los mexicanos.
El propio Fretid en Carta a una madre estadounidense declara que a su juicio, "La homosexualidad(...) no es nada de lo que deba uno avergonzarse, no es vicio, ni degradación, ni se la puede clasificar como enferinedad". Por otra parte, cabe hacer hincapié en que la Asociación Psiquiátrica Americana no se pronunció en el sentido de no calificar a la homosexualidad como enfermedad, sino hasta muy recientemente. Los prejuicios casi siempre han probado ser más eficaces que el razonamiento lógico.
Profesionalmente, la experiencia con la homosexualidad es que no es raro que nos lleguen sobre todo padres, familias que nos traen jóvenes porque son homosexuales. Allí tenernos la experiencia de manejar una especie de terapia familiar en la cual ayudamos a todos a aceptar como un hecho la homosexualidad de la persona que les preocupa y a desmitificar muchas ideas erróneas y finalmente, a ayudarlos a que acepten a la persona homosexual; primero como una persona que tiene sus propios y personales valores y finalmente, como un aspecto independiente, su preferencia sexual. En cuanto a las mal llamadas perversiones o desviaciones, en lo personaL prefiero manejar denominaciones que no impliquen una carga valorativa de prejuicio y en este sentido proponemos, incluso tengo escritos al respecto, substituir la denominación "desviaciones" o "perversiones", por la de "expresiones comporta-mentales de la sexualidad".
El propio Fretid en Carta a una madre estadounidense declara que a su juicio, "La homosexualidad(...) no es nada de lo que deba uno avergonzarse, no es vicio, ni degradación, ni se la puede clasificar como enferinedad". Por otra parte, cabe hacer hincapié en que la Asociación Psiquiátrica Americana no se pronunció en el sentido de no calificar a la homosexualidad como enfermedad, sino hasta muy recientemente. Los prejuicios casi siempre han probado ser más eficaces que el razonamiento lógico.
Profesionalmente, la experiencia con la homosexualidad es que no es raro que nos lleguen sobre todo padres, familias que nos traen jóvenes porque son homosexuales. Allí tenernos la experiencia de manejar una especie de terapia familiar en la cual ayudamos a todos a aceptar como un hecho la homosexualidad de la persona que les preocupa y a desmitificar muchas ideas erróneas y finalmente, a ayudarlos a que acepten a la persona homosexual; primero como una persona que tiene sus propios y personales valores y finalmente, como un aspecto independiente, su preferencia sexual. En cuanto a las mal llamadas perversiones o desviaciones, en lo personaL prefiero manejar denominaciones que no impliquen una carga valorativa de prejuicio y en este sentido proponemos, incluso tengo escritos al respecto, substituir la denominación "desviaciones" o "perversiones", por la de "expresiones comporta-mentales de la sexualidad".
Extracto de: EL MEXICANO ANTE LA SEXUALIDAD
Autor: MARIA TERESA DORING
Editorial: DISTRIBUCIONES FONTAMARA
País: MEXICO
Disponible en nuestra librería: $220.00
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